Según la ONG Oxfam, 573 personas se convirtieron en milmillonarias en la pandemia, a razón de una cada 30 horas. Los dueños de energéticas y alimentarias también sacan provecho del "sufrimiento".
Si hay un sector que sacó ventaja de la pandemia fue el farmacéutico, clave para hacer frente al COVID-19 durante los más de dos años que lleva en la vida de la población mundial. Los beneficios económicos de la crisis sanitaria en este ramo se ven reflejados en la cantidad de nuevos milmillonarios que dejó a su paso: 40 de acuerdo con un estudio de Oxfam Intermón.
La investigación apunta que además del sector farmacéutico, el energético y de alimentación se han incrementado en 453,000 millones de dólares en los últimos dos años. En el caso del energético, durante la pandemia surgieron 62 nuevos milmillonarios.
El trabajo detalla que la riqueza de los millonarios aumentó más en los dos años de pandemia que de 1987 y 2010.
En el lado opuesto, se espera que a finales de este año, 263 millones de personas adicionales podrían verse sumidas en la pobreza extrema: un millón de personas más cada 33 horas. Así lo denuncia Oxfam Intermón en el informe Beneficiarse del sufrimiento que se publica hoy con motivo de la reunión del Foro Económico Mundial, cita anual de la élite internacional en la ciudad suiza de Davos.
El número de milmillonarios españoles de la lista Forbes también ha aumentado desde el inicio de la pandemia. Hay cuatro nuevos milmillonarios mientras la riqueza de los que ya lo eran antes de la pandemia ha crecido a un ritmo de 6,8 millones de euros al día.
La riqueza total que actualmente acumulan estos milmillonarios de todo el mundo equivale ya al 13,9 % del PIB mundial, habiéndose triplicado desde el año 2000, cuando suponía el 4,4 %.
De Sri Lanka a Sudán o Perú, la escalada de precios de los alimentos y la energía están provocando fuertes tensiones sociales y políticas. Casi el 60% de los países de renta baja están al borde de la quiebra, incapaces de hacer frente al pago de su deuda pública. En relación a las economías más avanzadas, la población de los países pobres destina a comprar alimentos más del doble de sus ingresos.
Un ejemplo acertado de lo anterior descrito es la empresa Pfizer que solo con la comercializacion de medicamentos contra el coronavirus logro cerca de 40 millones en vacunas y casi 25 millones con el medicamento oral de su marca.
El nuevo estudio de Oxfam Intermón también revela que a nivel global las empresas de los sectores energético, alimentario y farmacéutico, generalmente sectores dominados por un puñado de empresas con mucha concentración de poder, están logrando beneficios sin precedentes, a pesar de que los salarios de las personas trabajadoras apenas han aumentado y tienen que hacer frente al mayor repunte de precios en décadas, en plena pandemia de la COVID-19.
Por otro lado, en el sector farmacéutico, hay 40 nuevos milmillonarios desde el principio de la pandemia. Las empresas farmacéuticas como Moderna y Pfizer se están embolsando mil dólares en beneficios cada segundo gracias exclusivamente a su monopolio sobre la vacuna contra la COVID-19, a pesar de que para su desarrollo recibieron miles de millones de dólares de inversión pública. Estas empresas cobran a los Gobiernos por las vacunas hasta 24 veces más del coste potencial de producción de vacunas genéricas. El 87 % de las personas en países de renta baja sigue sin haber recibido la pauta completa de la vacuna.